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No importan cómo se apilen, estas formas y texturas fáciles de colocar crecen hasta convertirse en flores de colores. Sus infinitas variaciones convierten a este juguete en el eterno favorito.
No existe un modo correcto o incorrecto de apilar estas formas. Deje que el niño elija el orden. Si se colocan las dos formas de mayor tamaño una al lado de la otra, funcionan como engranajes de giro. Use las piezas para practicar la identificación de colores. Identifique con su hijo las partes de las flores verdaderas del jardín.